Este artículo está dedicado a los millones de personas que están siendo víctimas de una crisis que no han provocado y víctimas así mismo de las medidas restrictivas y de recortes de los gobiernos conservadores de Europa. Dentro de mi propia familia y amigos hay quien sufre las consecuencias de estas políticas que se están cebando con el más débil y están abocando a la pobreza y a poco menos que la indigencia a tantas y tantas personas.
Hoy me parece el cielo menos azul y los árboles menos verdes. Toda mi alegría se ha ido yendo a medida que pasaban los meses y mi situación económica empeoraba. Soy víctima de la crisis, de la salvaje crisis que estamos padeciendo y que golpea con saña a tantas y tantas familias en España y en muchos países de Europa.
He perdido mi casa, el banco me ha quitado mi hogar y encima tengo que pagarle la deuda de mi hipoteca. La verdad es que no sé cómo voy a hacerlo. Así mismo me han quitado el coche que también estaba pagando. Y por último me han quitado todas mis esperanzas.
Hoy no tengo ni para comer, ni yo ni mi familia, acuciados por las deudas subsistimos gracias a la caridad de algunos de mis familiares y amigos y alguna organización humanitaria.
Mis sueños, mis ilusiones, toda mi vida se ha roto y ahora nado en el inmenso océano de la desesperanza.
Me pregunto cómo es posible que hayamos llegado a esto. Nosotros éramos una familia feliz, mirábamos la vida con optimismo, con ilusión y con esperanza; nos habíamos comprado un piso donde poder vivir y un coche que me era muy necesario para mi trabajo. Sacábamos adelante a nuestros dos hijos porque gracias a mi sueldo y a mi trabajo fijo y a la pequeña aportación de mi esposa podíamos hacerlo y pagar nuestras hipotecas perfectamente.
De repente todo cambió, de la noche a la mañana la crisis se asentó en nuestro país y nos golpeó de lleno a mí y a mi familia.
Desesperanza, desilusión, percepción de que no hay futuro, injusticias, desigualdades, recortar a los que menos tienen, intuir que hemos vuelto de golpe al antiguo régimen... son algunas de las sensaciones que tengo yo y muchos como yo de las medidas de este Mariano Rajoy al que no sé por qué pero creía mejor persona y la cruda realidad de sus decisiones me ha demostrado que es un gobernante sin ninguna sensibilidad al dolor humano. Es increíble pero “señores” como este son los que van todos los domingos a misa. Ahora comprendo que a individuos como Rajoy, como Esperanza Aguirre, como la “señora” de Cospedal, como la Merkel y el “señor” Sarkozy, a todos estos es a los que se refería Jesús al tacharlos de hipócritas y fariseos, de sepulcros blanqueados.
Que los políticos (sean del color que sean) son pura mentira se está convirtiendo en un axioma para mucha gente, gente que ha dejado de creer en sus promesas, que ha visto como se les engañaba y se les manipulaba. El señor Rajoy por ejemplo: nada, absolutamente nada de lo que prometió ha cumplido. Para justificar los salvajes recortes al estado del bienestar y de derechos a los trabajadores, se escudan él y sus acólitos en que tienen el respaldo de diez millones de votantes que los eligieron democráticamente. Me gustaría saber cuántos de los que les votaron los volverían a votar sabiendo que nada de lo que prometieron están cumpliendo. La gente votó unas promesas, un programa determinado, si ahora no se cumple, este gobierno no está legitimado para poder gobernar y lo mejor que haría sería dimitir. Esto último sería el sueño de millones de personas engañadas por el tal Mariano y sus secuaces.
La verdad es que es increíble que en tan poco tiempo se haya hecho tanto daño. Los derechos de los trabajadores, adquiridos tras tantos años de lucha se han fulminado por completo con una reforma laboral tremendamente injusta y perniciosa. Muchos empresarios, muchísimos diría yo, se frotan las manos con una reforma que les otorga la capacidad de despedir cuando quieran y de fijar las condiciones laborales y los sueldos que se les antoje. Las arbitrariedades con tal arma en la mano serán mayúsculas, y las condiciones laborales serán precarias y abusivas, donde la explotación estará a la orden del día y en muchos casos se acercarán muy mucho a la esclavitud.
¿Y qué tendrán que ver los derechos laborales de los trabajadores para la salida de la crisis? ¿Es que reduciéndolos se sale de este atolladero? ¿Se sale de la crisis abaratando el despido? ¿Se sale de la crisis bajando el sueldo de los funcionarios, aumentando su jornada laboral, congelando el salario mínimo? ¿Se sale de la crisis no convocando empleo público? ¿Se sale de la crisis empobreciendo a la gente?
Mi sentido común me dice que para apagar un fuego, no se puede utilizar gasolina. Pues a mí me da que el gobierno Rajoy es justo lo que está haciendo.
El problema del paro se paliaría en gran medida si las empresas vendieran sus productos, si la gente tuviera dinero para consumir lo que esas empresas venden muchas de ellas no se verían obligadas a despedir a sus trabajadores e incluso a cerrar. Cuando la inversión privada no es capaz de generar riqueza, ha de ser el estado el que “tire del carro”, poniendo como eje central de sus políticas públicas la creación de empleo, incluyendo creación de empleo público, facilitando a la vez el incremento de los salarios, y todo ello con el objetivo de estimular la demanda y el crecimiento económico. De esta forma habría muchas familias que podrían consumir, la economía se reactivaría y las empresas no sólo no se verían obligadas a despedir a nadie, sino que probablemente contratarían más trabajadores. Por ende el estado gastaría mucho menos en prestaciones por desempleo ya que este bajaría por esa reactivación económica consecuencia de que las familias habrían ganado poder adquisitivo.
Y el caso curioso es que lo que acabo de decir ya se hizo (con magníficos resultados por cierto) a principios del siglo XX en Estados Unidos con motivo de la Gran Depresión por la Administración Roosevelt. Esa administración interpretó correctamente cuál era el mayor problema que existía en la economía estadounidense: la falta de demanda, resultado, entre otros factores, del crecimiento del desempleo. Éste se percibió correctamente como un problema, no sólo humano y social, sino también económico. Y la crisis la superaron en pocos años.
Veo los telediarios, leo los periódicos, oigo las emisoras de radio… con la esperanza de vislumbrar alguna medida que ayude al que ha perdido su empleo, que ayude al afortunado que tiene un puesto de trabajo para poder conservarlo porque ahora mismo está cogido con alfileres ya que te pueden despedir con suma facilidad, que los sueldos de miseria que pagan las empresas a tantísimas personas sean unos sueldos dignos que den para vivir dignamente… Y lo que veo, leo o escucho es todo lo contrario, medidas encaminadas a crear más miseria y desolación, encaminadas a que se pierda una generación, una generación de jóvenes que según dicen es la mejor preparada de la historia de la democracia, medidas que hacen que se tenga la percepción de que no hay futuro o al menos este sea tan descorazonador que te de miedo con sólo pensar en él.
Tengo la remota esperanza de que este estado de cosas cambie algún día, de que ocupen el poder gobernantes sensibles al dolor de las personas y que no hagan pagar una crisis a los que menos tienen. También tengo la esperanza de que un día, un felicísimo día, vea sentados en el banquillo para ser juzgados por sus horrendos delitos, por sus crímenes económicos contra la sociedad más desfavorecida, a todos aquellos que con sus políticas injustas, restrictivas y de recortes de derechos, están arrojando al pozo de la miseria y de la desesperanza a tantos millones de personas.
Zapatero y sus políticas económicas nos derribó y Mariano con las suyas nos está pasando la apisonadora. A este paso este gobierno de “extrema derecha” va a dejar España en la más absoluta indigencia.
Lo siento pero tenía ganas de explayarme, ante tanta injusticia como veo a mi alrededor no puedo quedarme indiferente, sobre todo cuando las consecuencias de estas políticas nefastas las están padeciendo personas muy próximas a mí.
Otra cosa más, el PSOE me parece tan impresentable como el PP, Zapatero fue el primer gobernante de la democracia que le bajó el sueldo a los funcionarios. Hizo políticas claramente neoliberales y nos “jodió” vivos con su manera de gobernar torpe e injusta. Ahora Rajoy y su PP, con el poder que da la mayoría absoluta conseguida, ha caído sobre nosotros como una plaga y no está dejando títere con cabeza. El PSOE preparó el camino con su ineptitud para que la derecha más recalcitrante que nos gobierna acabe con cualquier atisbo de lo que España fue en las gloriosas y felices épocas de bonanza, se cebe en las clases más desfavorecidas y promueva la desigualdad y la injusticia social haciendo que cada día los ricos sean más ricos y los pobres mucho más pobres.
Termino con algunos fragmentos de la carta pastoral que el obispo de Ciudad Real monseñor Antonio Ángel Algora publicó el 18 de marzo en la revista diocesana “Con Vosotros” y que tituló “A vueltas con la Reforma Laboral”:
“…de lo que sí estamos en condiciones de juzgar es de la bondad o maldad de una Ley que rebaja claramente los derechos de los trabajadores respecto a situaciones anteriores, y lo peor es que llevamos muchos años ya de nuestra democracia donde siempre los perdedores en el concierto social, repito, siempre, son los mismos y siempre los más débiles.
Nadie habla de provisionalidad en las medidas que se están tomando, luego lo que se quiere hacer es establecer un “mercado de trabajo” en el que los empleadores hagan y deshagan a su antojo, olvidando que el “empleado” posible es, ante todo y sobre todo, “persona” (…), no es una mera fuerza de trabajo que se admite o despide unilateralmente y durante un largo periodo de tiempo, pues, en un año de provisionalidad en el empleo (esto es lo que dice la Ley), puede ocurrir de todo, desde una gripe a un suceso familiar al que hay que atender antes que a cualquier otra urgencia de la vida de la empresa. Las personas no somos tan flexibles, tan elásticas, como nos quieren hacer creer.
¿De verdad no hay otras soluciones para crear puestos de trabajo? Parece mentira que a día de hoy tengamos que echar mano de usos del pasado que trajeron tanta injusticia y explotación a los trabajadores. Con estas medidas y sin meterme a profeta, se van a conseguir los mismos frutos de un pretendido bienestar, hasta es posible, pero no habremos avanzado nada en que el trabajador se sienta realizado con su trabajo y le sirva para llevar una vida estable y sin sobresaltos…”.
“…No sé si es muy descabellado pensar que, en el río revuelto de la Crisis, están pescando los más poderosos sin contar con la opinión de la sociedad”.
Marco Atilio
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2 comentarios:
Esto que a continuación se reproduce es una parte del artículo que el profesor Vicenç Navarro, Catedrático de Economía Aplicada, ha publicado en la revista digital SISTEMA el 27 de abril de 2012. Si quieres ver el artículo completo pincha en el enlace de abajo. La parte del artículo a la que me refiero es la siguiente:
"La deuda pública española es más baja que la del promedio de la UE-15, el grupo de países de la UE de semejante desarrollo económico al español, e incluso más bajo que la deuda pública alemana. Los elevadísimos intereses del Estado español (que incluye tanto el Estado central como el autonómico y municipal) no tienen nada que ver, repito, nada que ver, con el tamaño de la deuda pública. Ni tampoco mucho que ver con la manoseada “confianza de los mercados”. Tiene que ver primordialmente con decisiones políticas, entre las cuales una de las más importantes es la negativa del Banco Central Europeo (que no es un banco central, sino un ‘lobby’ de la banca, y muy en especial de la banca alemana) a comprar deuda pública española, exigiendo al Estado español que desmantele su Estado del Bienestar como condición de que el Banco Central compre tal deuda pública. Es un chantaje vergonzoso que se utiliza por la derecha española (y europea) para conseguir lo que siempre han deseado. El llamado “problema de la deuda pública” es un problema artificial, es decir, creado por voluntad política (de sensibilidad neoliberal) a fin de desmantelar las conquistas sociales de las clases populares. Así de claro."
http://www.vnavarro.org/wp-content/uploads/2012/04/el-falso-problema-de-la-deuda-pasblica.pdf
Me suscribo totalmente a tu artículo, el PP ha engañado a los ciudadanos, traicionando a los que le votaron, haciendo autenticas canalladas con el ciudadano de a pie, por lo que no es digno de la confianza del pueblo y por tanto de gobernar España.
Con sus actos, no solo condena a millones de personas a una vida precaria y llena de necesidades, sino que coloca a los que más tienen en la hegemonía del país cual Hitler dictatorial y es que Rajoy y su gobierno han confundido "mayoría absoluta con tiranía, opresión, yugo, abuso, autoritarismo, dictadura, autocracia, totalitarismo, absolutismo, despotismo, imposición, injusticia, crueldad, etc. Rajoy y su gobierno se dedican a recortar derechos sociales y servicios básicos, reservándolos solamente para aquellos que los puedan pagar, pero además, quiere poner una mordaza al pueblo y a los trabajadores para que ni siquiera puedan protestar contra sus crímenes
Estos antiguos adoradores del águila imperial, hoy disfrazados de gaviotas, planean junto con sus amigos, (pero enemigos ante los ciudadanos, el PSOE), hacernos ver una falsa y simulada democracia bipartidista que acabara con las libertades y derechos de los ciudadanos, conseguidos con tanta sangre, sudor y lagrimas, imponiéndonos una ley mordaza para que los ciudadanos no salgamos a la calle a protestar, y que ni siquiera podamos responder cuando un energúmeno vestido de uniforme nos apalee o nos mate a bolazos (algo cada vez más a la orden del día en la España del PPSOE).
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