Reflexiones de un indignado

No me importa si lo que voy a decir se parece a otras cosas que he dicho anteriormente en este mismo blog, pero es que estoy tan cabreado…, tan indignado, que repetiría las mismas cosas una y otra vez con tal de denunciar el atropello al que nos vemos sometidos por estos gobernantes infames que nos ha tocado la desgracia de padecer, por esa clase dirigente que no gobierna para la ciudadanía, sino para la banca y el gran capital. ¡Miserables!

En España gobierna un partido que no está legitimado para hacerlo desde el momento en que no cumplió lo que decía en su programa y con el cual ganó las elecciones. Cuando no se cumple lo que se promete no estás refrendado por tus votantes para gobernar y tienes que dimitir o someter tu nueva política a referéndum. ¡Embusteros!

Nuestros políticos tienen un total desconocimiento de la triste realidad de muchos millones de españoles y si conocen esa realidad y no hacen nada es que son pura basura cuando no le ponen remedio. ¡Rufianes!

En España se ha generalizado el trabajo precario y sin derechos. En muchos casos, trabajas 10 horas por unos míseros 700 euros e incluso menos (se puede probar). ¡Qué pena!

España es un país donde el dolor de muchísimas familias se puede palpar con solo querer estar informado, seguramente nuestros políticos y gobernantes no quieren o no les interesa estar informados. Y es que esta “casta política” vive en una burbuja ajena al dolor y el sufrimiento de la gente de la calle, de la gente sencilla. ¡Estamos apañaos!

Entre la “casta”, la monarquía, los jueces, los banqueros, los empresarios sin escrúpulos... están dejando España en la más absoluta indigencia. ¡Chupópteros!

¿Pero es que nada va a funcionar bien en este país de corruptos? ¡Qué asco!

España necesita una regeneración democrática con urgencia de todas las Instituciones del Estado y de la misma Democracia porque lo que no funciona es el propio sistema. ¡Así de claro!

Y para colmo, me congelan el sueldo y me roban la paga de navidad. ¡Ladrones!

Marco Atilio Portada