sábado, 23 de julio de 2011

Ricos más ricos, pobres más pobres


 
 
Hacía una noche de lo más agradable, corría una ligera brisa que nos hacía olvidar las sofocantes y calurosas noches de días pasados. Mientras paseaba junto a mi mujer, mi cuñado y mi hermana, de pronto salió a relucir el tema que por estas fechas y desde hace ya mucho tiempo (lamentablemente) está prácticamente en boca de todo el mundo y que no es otro que el de la crisis económica que padecemos.

Mi cuñado ha tenido la desgracia de perder su empleo después de 36 años en la empresa, una empresa que le adeuda una cantidad importante de dinero y que no quiere pagarle a pesar de haber perdido ya un juicio. Han pasado 7 meses y aún no ha encontrado trabajo, el dinero que le dan del desempleo cada vez es menor, las esperanzas de encontrar un trabajo con más de 50 años son ciertamente escasas… en fin, una triste historia, como la de muchos millones de personas que, como él, se han quedado sin empleo a raíz de la crisis. Unos porque sus respectivas empresas han tenido que aligerarse de mano de obra para poder subsistir y otros porque sus empresas han aprovechado el “río revuelto” y han despedido a trabajadores injustificadamente con la excusa de la crisis.

En nuestra conversación salieron a colación muchas cosas…

“El sistema capitalista y las políticas neoliberales de los gobiernos, que cargan sobre las maltrechas espaldas de los asalariados, los funcionarios, los pensionistas… la tarea de reducir el déficit. A cambio menos políticas sociales, menores salarios, menores derechos. Si ya al pobre mileurista (de los millones que hay en España) le congelan su sueldo, se lo bajan o lo contratan incluso por mucho menos de mil euros, con más de la mitad de la población en esa franja de salario, que me digan a mí como podemos salir de la crisis cuando millones y millones de personas no puedan consumir porque bastante hacen con llegar a fin de mes tras ímprobos esfuerzos, y que son todos aquellos que realmente sostienen la economía de una nación… las clases medias. Pero por lo visto, a nuestros gobernantes no les interesa que  haya clases medias, porque se las están cargando, están empobreciendo a la población a pasos agigantados y se diría que lo único que pretenden es que la gente se muera de hambre.

No creo que la solución esté en bajar o congelar los sueldos, sobre todo si los sueldos de los que hablamos son tan pírricos y miserables como los que “disfrutan” en España la gran mayoría de los trabajadores. Precisamente yo diría que esos sueldos míseros son los que había que subir, y subir en un porcentaje bastante importante. Ya les debiera dar vergüenza a nuestros políticos y gobernantes que después de más de treinta años de democracia nuestro salario mínimo esté muy por debajo de la mayoría de los países de la Unión Europea, en el furgón de cola junto a Grecia y Portugal y que la distancia entre los que más ganan y los que menos se esté alargando a cada año que pasa, fomentando la desigualdad social. ¿Qué políticas son esas? Y más sangrante aún es que esas políticas las haga un partido que dice llamarse “Obrero”…”

Mientras paseábamos y desgranábamos  la situación política, económica y social de España y del mundo, nuestra conversación derivó hacia la gran injusticia y desigualdad social que hay en La Tierra. ¿Por qué? Nos preguntábamos.

“Según la Lista Forbes para 2011, las personas que poseen una fortuna de más de mil millones de dólares es de 1210, 199 personas más (a pesar de la crisis) que en la Lista Forbes de 2010. Si sumáramos la fortuna de esos 1210 riquísimos, entre todos tendrían una cantidad de dinero superior al PIB de Alemania. ¡Increíble! Por supuesto con una pequeña parte de cada una de esas fortunas se acabaría con el hambre en el mundo.

Pensemos que las 3 personas más ricas, tienen una fortuna superior al producto interior bruto de los 48 países menos desarrollados (600 millones de personas). Una verdadera injusticia.

Este asqueroso capitalismo que existe en la actualidad se parece más al “feudalismo” que a cualquier otra cosa. Los riquísimos son "monopolistas", que utilizan su increíble riqueza y poder para dominar al resto de la gente. La riqueza se concentra más y más en manos de los riquísimos, y las clases medias comienzan a ser eliminadas incluso en naciones prósperas como EE.UU.
A esta “casta elitista” no les preocupa lo más mínimo que la gente no pueda pagar sus hipotecas, que no puedan enviar a sus hijos a la universidad, que no puedan llegar a fin de mes… lo único que les interesa es ganar tanto dinero como sea posible para sí mismos.”

Mientras me quejaba sobre los paupérrimos salarios que hay en España y mi cuñado sobre su futuro incierto como desempleado volvimos la cabeza y nuestros ojos se clavaron en cinco inmigrantes de raza negra que dormían sobre sus mantas raídas en el hall de una sucursal bancaria. Entonces me vinieron a la mente los famosos versos de Calderón de la Barca “Cuentan de un sabio que un día…”. De repente caímos en la cuenta de que podíamos incluso estar agradecidos por lo que teníamos. Que (como estábamos viendo) había gente (muchísima) que sí que se podían quejar con argumentos más que suficientes. Aunque también pensé que “mal de muchos, consuelo de tontos”.

Tanto ellos como nosotros, como todos los que poblamos este maravilloso planeta, tenemos derecho a una vida digna y son nuestros representantes políticos los que tienen que adoptar las medidas necesarias para que esto sea así.

Sólo el egoísmo más execrable ha construido el mundo que tenemos hoy día, lleno de injusticias y desigualdades sociales. Aunque me da la impresión que a menos que pase algo realmente dramático, los ricos seguirán enriqueciéndose y los pobres simplemente seguirán siendo cada vez más pobres.
Marco Atilio

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Si algo queremos pintar, los trabajadores tendremos que organizarnos, puesto que las organizaciones sindicales no moverán un dedo ¡que para eso les pagan!
Si no fuese patético, resultaría gracioso, nada les preocupa a los que gobiernan cómo va a pagar la hipoteca el pobre trabajador que es despedido y que carece de recursos para poder hacerle frente y encima el gobierno pretende que los sindicatos colaboren en la congelación salarial, en la flexibilidad horaria y en el abaratamiento del despido, debemos modificar un sistema que viendo lo visto solo provocará "conflictos muy serios en el futuro", ya que las desigualdades serán cada vez mayores.
Es injusto, aberrante, indigno, abusivo, irrazonable, que para que una pequeña parte de la población pueda gozar de un nivel de bienestar agradable, sea necesario que otra parte pase penurias y que en algunos países hasta mueran y vean morir a sus hijos de hambre.
Lo peor de esto, es que la crisis no sólo es financiera también es alimenticia.