Es increíble con qué facilidad (impunidad diría yo) se toman decisiones que influyen de manera tan dramática en la vida de las personas. Me refiero a los recortes sangrantes que llevan a cabo nuestros gobernantes para hacer más difícil la subsistencia del pueblo que les ha puesto en la poltrona y que les permite ordenar tamañas injusticias.
Ahora el señor Rajoy y antes el señor Zapatero, han hecho que la vida del ciudadano medio, el currito de toda la vida, el que tiene una nómina con un sueldo miserable, el que ha perdido su trabajo por una crisis que hubiera podido evitarse, sea una vida de desesperanza, de miedo al futuro, de no saber si comerá mañana, de no saber si podrá dar estudios a sus hijos, de no tener claro si podrá acceder a la sanidad para preservar su salud, en definitiva, de vivir en una constante y amarga incertidumbre.
Me imagino al señor Rajoy dándole vueltas a la cabeza pensando, desde su acogedor y calentito despacho, cómo jorobar a los ciudadanos menos pudientes, menos afortunados: “Voy a congelar el Salario Mínimo Interprofesional, los 641,40 euros me parecen incluso excesivos, sí, es mejor congelarlo. Sé que esta congelación deja a España muy atrás entre nuestros socios europeos en cuanto a protección de la remuneración mínima de los empleados y que sólo superamos a Polonia y Portugal entre los países que reconocen un salario mínimo en su ordenamiento legal. Sé también que, según la Carta Social Europea, el SMI debe alcanzar el 60% del salario medio neto de cada país, lo que en España equivaldría a situar el SMI en 1.026,4 euros al mes. Pero eso es una barbaridad, sí, definitivamente el SMI queda congelado. ¿Qué coño me importa a mí que 134.000 personas en España perciban directamente el salario mínimo? ¿Qué me importa que se utilice como referencia para fijar conceptos retributivos en los convenios? ¡Al diablo con estos parásitos, que hubieran aprovechado su tiempo y hubieran estudiado! Además, ¿cómo si no, vamos a poder mantener nuestros privilegios los que hemos sido bendecidos por el hada de la fortuna?”
Sigue el señor Rajoy devanándose los sesos para sacar a España de la crisis, a su cabeza van fluyendo ideas y remedios con los que atajar el desastre, pero tiene un problema, un problema mayúsculo, y es que está infectado por un pensamiento único, el de recortar, y recortar sabiendo que los recortes afectarán mucho más a las clases más desfavorecidas; aunque esto parece no importarle.
“Ahora lo que haré (se dirá el señor Rajoy desde su sillón) es congelar el sueldo de los funcionarios, aumentaré su jornada laboral dos horas y media más a la semana y congelaré el empleo público casi por completo, sólo se salvarán Las Fuerzas de Seguridad del Estado y los servicios básicos y sólo permitiré que se cubran un 10 por ciento de las vacantes”.
Estupendo señor Rajoy, la única salida laboral que tenían todos aquellos que encontraban en el empleo público una oportunidad de conseguir salir del paro, dada la destrucción de empleo en el sector privado, se la quita usted de un plumazo. Más gente al paro.
Es decir, todo lo contrario de lo que el presidente Roosevelt llevó a cabo cuando la Gran Depresión en Estados Unidos: Subir salarios y crear empleo público con el objetivo de estimular la demanda y el crecimiento económico, políticas que se revelaron de lo más eficaces y que hicieron que la economía del país creciera a un ritmo de un 10 por ciento por año superando la crisis en pocos años.
Si su obcecación por otras políticas claramente equivocadas le impide averiguar de dónde va a sacar el dinero para pagar los puestos de trabajo que se creen en el sector público ahí van algunas recetas señor Rajoy:
- De una fiscalidad más progresiva y justa, que grabe mucho más los beneficios de las grandes empresas, los salarios altos y las grandes fortunas, que restituya impuestos como el del patrimonio, sucesiones y donaciones, que iguale la fiscalidad de rentas del capital y del trabajo y que invierta mucho más en perseguir el fraude fiscal y la economía sumergida, en los que somos líderes en la UE.
- De la rentabilidad de las empresas públicas, ahora desgraciadamente en manos privadas, gracias a la nefasta gestión neoliberal de los gobiernos del PSOE y del PP.
Imagínese usted si Telefónica, Cegas, Repsol, Gas Natural, Argentaria, empresas antes públicas y ahora en manos privadas, reportaran sus multimillonarios beneficios al estado, el dinero que entraría en las arcas públicas.
- De una mayor inversión pública, que genere empleo y estimule la economía.
- De la creación de una banca pública, que trabaje por y para la ciudadanía y las PYMES, concediendo los créditos necesarios para que la economía sea dinámica y no se estanque.
Sólo informarle que el estado español está a la cola de la UE en número de funcionarios y en fiscalidad, justo al contrario que los países nórdicos, que con una tasa fiscal mucho más alta y progresiva, con un 25% de su población trabajando en los servicios públicos del bienestar, están entre los países más prósperos del mundo creciendo el último año casi un 6%, muy por encima de la media de la UE.
Por cierto, recuerde señor Rajoy que funcionarios son también aquellos que a cualquier hora del día y de la noche exponen sus vidas para salvar la de los demás (bomberos, guardia civil, policía nacional…); son aquellos que trabajan para preservar la salud de la gente, para curarla de sus dolencias, (médicos, enfermeras…); son aquellos que dedican su jornada a cuidar de enfermos impedidos, que limpian sus miserias y los asean, que les ayudan a caminar, a sentarse, a levantarse y acostarse, … (auxiliares de enfermería, celadores…); aquellos que educan a nuestros hijos y que, con sus enseñanzas, los preparan para enfrentarse al mundo con garantías de éxito (maestros, profesores…) A todos ellos les congela usted el sueldo y le sube su jornada laboral, ahondando más en la sangrante herida que les dejó su inepto predecesor el señor Zapatero.
¿Es que acaso sueña usted con aquellos años del franquismo en que mucha gente no podía irse de vacaciones, no podía tener coche, ni siquiera una vivienda digna, en que no podían estudiar, ni tan siquiera irse a comer a un restaurante porque todo ello era privilegio de unos pocos? No me extrañaría que esas ideas le estén pasando por la cabeza vistos los criminales recortes al estado del bienestar y las políticas tan nefastas para los asalariados y la sociedad más desfavorecida en general que está usted llevando a cabo.
La verdad es que me parece increíble que en tan poco tiempo, tanto el señor Zapatero como usted mismo, señor Rajoy, hayan hecho retroceder a España lo menos 60 años con la aplicación de políticas restrictivas, injustas y a todas luces ineficaces.
Eminentes economistas como los premios Nobel Joseph Stiglitz, Amartya Sen y Paul Krugman, los catedráticos de economía aplicada Vicenç Navarro y Juan Torres López, postulan que las políticas que practican los gobiernos neoliberales de la zona euro son políticas erradas y que lo único que conseguirán con sus restrictivas medidas será ahondar y agravar aún más la crisis.
No quisiera terminar este artículo sin referirme a las declaraciones que hace poco, el presidente del gobierno señor Rajoy, hizo en Portugal con respecto a la crisis: “En España se hará un ajuste 'algo parecido' al de Portugal”. Y no podemos olvidar que las medidas del ejecutivo portugués para salir de la crisis han sido entre otras: el abaratamiento del despido (de 30 días a 12), la subida del IVA para productos como la luz y el agua (del 6% al 23%), supresión de pagas extras a jubilados y funcionarios con sueldos superiores a 1.100 euros o el adelgazamiento de un 38% de la Administración pública.
Supongo que el señor Rajoy acometerá estos recortes después de las elecciones de Andalucía, para que estas no se vean influenciadas por este ataque frontal al estado del bienestar con el que el gobierno del PP pretende sacarnos de la crisis ¿?. Después sacará la guadaña y no dejará títere con cabeza. ¡Que Dios nos coja confesados!
1 comentario:
Mariano Rajoy, durante toda la campaña electoral, y en el debate de investidura, aseguró que el Gobierno del PP no subiría los impuestos, pero a la hora de la verdad, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría anunció la segunda mayor subida de impuestos de la historia reciente de España y el mayor recorte de gasto público de la democracia en una sola tacada: 8.900 millones de euros. Mariano Rajoy, evitó comparecer y así no tuvo que dar la cara. En su investidura, cuando le preguntaron si subiría los impuestos dijo:" Mantendré mis compromisos electorales"."El mayor esfuerzo no puede recaer en los ciudadanos, tiene que provenir de las Administraciones". Todos lo sabíamos, o por lo menos lo imaginábamos que se haría realidad el dicho de "prometer hasta meter y una vez metido nada de lo prometido".
Mariano Rajoy, que visto lo visto ha debido de aprender de los errores de David Cameron, primer ministro del Reino Unido ( Protestas estudiantiles por recortes y altos costos a la educación en Inglaterra lo que le costó muchos votos por ser demasiado claro,) no quiso apuntar ninguna de estas medidas antes de las elecciones.
El Señor Rajoy, ha congelado el sueldo de los funcionarios y la tasa de reposición de las plantillas, excepto para las Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así se asegura que dichos cuerpos estén a su favor y listos para dar de hostias a todo aquel que no esté de acuerdo con los recortes y demás abusos que va seguir infligiendo al ya castigado y maltrecho trabajador, ya sea o no funcionario.
Y seguramente está esperando a que pasen los comicios autonómicos del 25 de marzo, para sorprendernos con otro paquete de medidas en contra de los sufridos trabajadores.
Como bien dices, todo esto paso en Portugal, donde los conservadores ganaron las elecciones prometiendo no subir impuestos y después hicieron lo contrario. Ahora llega España y no haremos nada ( alguna movilización por parte de los sindicatos y partidos de izquierdas para aplacar nuestra ira, porque son todos perros del mismo ato, aunque con diferente collar y todos comen a costa nuestra y de nuestros esfuerzos) solo hablar y hablar, llegada es la hora de luchar contra la política de recortes, por el empleo, en defensa de la democracia y contra todos los políticos sean de las ideas que sean, a muerte y por medio de las armas, iniciemos una guerra en la que acabemos con todos los políticos, banqueros, magnates de las grandes multinacionales privatizadas, nacionalizándolas de nuevo y eliminando a todos los que se están haciendo ricos a nuestra costa.
Españoles, dejémonos de tanta palabrería y bajo el mando de un líder, honrado, carismático y que piense en el pueblo y por el pueblo, salgamos a la calle a matar o a morir por el futuro de nuestros hijos y nietos acabando de una vez y para siempre con esta caterva de ladrones corruptos e impresentables que de una u otra forman gobiernan nuestra vidas y nuestros destinos, confinándolos en cárceles a trabajos forzados a ellos y sus familias ( el que no trabaje no come), arrebatándoles todo su patrimonio y condenándoles por el resto de sus vidas a vivir de esta forma y si levantan la voz y protestan, palos a manta y bajada en las raciones de comida, ( básicamente es lo que están haciendo ellos con nosotros).
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