viernes, 19 de agosto de 2011

Rivalidad Madrid - Barça


Después del bochornoso espectáculo (uno más) que dieron los jugadores y técnicos de Barça y del Madrid al final del partido de la Supercopa me hago la siguiente reflexión, y que conste que es una opinión absolutamente personal:

Estoy empezando a plantarme que la rivalidad entre Madrid y Barça trasciende lo puramente deportivo. En el fondo de esta enconada rivalidad creo que hay un componente político y de sentimientos de gran envergadura.

El aficionado del Madrid ve a su eterno rival, el Barcelona, como el club que representa todos los sentimientos antiespañoles de catalanes separatistas. Esta percepción de los aficionados madridistas se contagia a los jugadores, sobre todo a los que no sienten los nacionalismos como dogma, es decir a los que realmente se sienten españoles.

En cambio, el aficionado Barcelonista ve en su eterno rival el club del centralismo, el club del (ríanse un poco) franquismo, y no olvidemos que precisamente fue el franquismo el que privó a los catalanes de todas sus señas de identidad durante cuarenta años. Ven en el Real Madrid el club que representa todo aquello que ellos odian, es decir, España. Ven al Madrid como algo que frena sus intereses políticos, como algo que frena su idea de separatismo y de configurar Cataluña como una nación independiente separada de España.

En el Barça hay muchos jugadores catalanes de nacimiento y apostaría a que en un porcentaje importante son nacionalistas, o al menos en su fuero más interno subyace la idea nacionalista. Ya se pueden imaginar a qué jugadores me estoy refiriendo: Xavi, Busquets, Piqué, Puyol, Valdés... y que seguro contagian su antimadridismo y por ende su antiespañolismo a los demás componentes de la plantilla.

Por otra parte pienso que, así como la prensa en general, y la catalana en particular, tienden a demonizar a los jugadores del Madrid y, sobre todo, a su técnico Mourinho, también los jugadores del Barcelona tienen su parte de culpa, probablemente la mitad de culpa que los jugadores del Madrid.

Me viene a la mente la historia de los dos hermanos en el que a uno, muy temperamental, le fluía la adrenalina ante ciertas acusaciones que vertían sus padres sobre él cuando él sabía que había sido su hermano el autor de determinada travesura. Este segundo hermano en apariencia mucho más comedido y pacífico pero mucho más “retorcido”, se las ingeniaba para echar la culpa a su hermano el cual montaba en cólera ante semejante sinrazón y recurría a la violencia física ya que no podía soportar las malas artes de su hermano. Esto tenía una consecuencia inmediata, y es que sus padres le reprendían y castigaban (sin razón) y el culpable quedaba impune, a pesar de haber sido éste el autor del hecho.

Algo similar ocurre en los partidos Madrid – Barça, no todo es lo que parece. Si lo jugadores del Madrid se exceden estoy seguro que antes ha habido cualquier tipo de provocación. Si una entrada violenta es sancionable, también debe serlo el fingimiento de un daño que no se te ha producido, y los jugadores del Barcelona son maestros en estas conductas antideportivas y en estas malas artes. Tampoco por supuesto son “monjitas de la caridad” a la hora de repartir “leña”.

La acción de Mourinho metiéndole el dedo en el ojo al segundo entrenador del Barcelona me parece totalmente condenable y, aunque no pretendo justificarla, también vino precedida de continuas provocaciones del banquillo del Barcelona y de su entrenador Guardiola que dirigiéndose al banquillo del Madrid les espetó en varias ocasiones: “Sois una banda”. Esto no lo digo yo, lo dicen los periódicos y los programas deportivos emitidos en televisión.

En fin, pienso que alguien debería de llamar al orden a todos los actores de estas “películas violentas” y apelar al sentido común y a la deportividad. Que cada uno de los protagonistas entone el “mea culpa” y reflexione profundamente sobre su actitud. Tampoco ayudan en nada las declaraciones subidas de tono en los post partidos, lo único que consiguen es enrarecer aún más el ambiente.

De cualquier manera, pienso que jamás se acabará (o al menos será difícil que acabe) la "guerra" Madrid - Barça. Hay fuertes sentimientos de por medio que, como dije al principio, trascienden lo meramente deportivo para que esto pueda terminar algún día.


Marco Atilio

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