jueves, 21 de junio de 2012

La Vejez y sus Consecuencias.

 
La vejez, es el período en que se manifiesta una disminución de las funciones en los diversos órganos y sistemas del cuerpo.
Según el doctor Manuel Duarte Vega, el envejecimiento es un proceso dinámico, continuo e irreversible, en resumen, no es otra cosa que las impresiones o marcas que el paso de los años dejan sobre una persona, para atender los problemas de salud de estas personas que han envejecido(tercera edad), existe la geriatría que básicamente es el estudio de las enfermedades en las personas mayores y de los fenómenos asociados al envejecimiento y de su tratamiento específico, diferenciándose de la medicina para adultos en muchos aspectos, ya que el cuerpo de un anciano fisiológicamente hablando es muy diferente al de un adulto y las dolencias en los ancianos se presentan de forma diferente a los adultos más jóvenes debiendo adaptar su enfoque a sus necesidades. Podría compararse a lo que realiza la pediatría en los niños.


Un día más, vuelvo de ver a mi madre de la residencia de la tercera edad donde está ingresada (Residencia Para Personas Mayores de Gestión Pública, Calle de Blas Infante, 18, 23400 Úbeda) y un día más salgo con el corazón en un puño y un nudo en la garganta, hoy si cabe, más que otros días en los que debido a su estado se comporta de forma nerviosa, inquieta, alterada e incluso histérica, hoy por el contrario, estaba tranquila y calmada pero lloraba en silencio y todo su ser transpiraba amargura, me pedía y suplicaba que la sacara de allí, al preguntarle que le pasaba me dijo: que había unas cuantas (no todas) empleadas del personal que la atendían que parecían sargentos, que la insultaban, que se reían de ella, que la ignoraban y que incluso la zarandeaban, en su día formule una queja sobre el tema al director de la entidad, pero el maldito corporativismo(en un grupo o sector profesional, tendencia abusiva a la solidaridad interna y a la defensa de los intereses del cuerpo), lo niega y lo tapa todo.
Existen muy distintas formas de maltrato, desde las más evidentes a aquellas en que subyace la discriminación por la edad (conocida como ageísmo).
Yo, sé que mi madre y como ella muchas de las personas que se encuentran ingresadas y debido a su avanzada edad y o a sus achaques, manías y un cierto deterioro en sus funciones cognitivas(pérdida de las facultades intelectivas ), motiva a menudo grandes dificultades para sus cuidadoras, lo cual no las capacita para ejercer ningún tipo de maltrato sobre estos residentes, estas mal llamadas personas, que son capaces de infringir daño, ya sea físico o psíquico a los ancianos y que ocupan el puesto para ganar dinero fácil con el mínimo esfuerzo, siendo negligentes, faltos de ética moral y profesional, porque se supone que cuando optan y consiguen ese puesto saben a lo que se comprometen y las dificultades que el trato con personas mayores conlleva, pero en vez de hacer su trabajo de una manera digna, humana y profesional, en el momento en que un anciano/a residente las incomodan, lo tratan despectivamente, les faltan al respeto con insultos, amenazas, desatención, atándoles, con desprecios, vejaciones, tratándoles como a niños..... o bien sedándolo y esto no es justificable desde ningún punto de vista.
España tiene la tasa más alta de los países occidentales de uso de sujeciones físicas y farmacológicas (sedación) en las personas ingresadas en residencias para mayores estas prácticas se utilizan de una manera continuada, produciéndoles importantes secuelas físicas, psicológicas y éticas.
Estas costumbres, propician la aparición de úlceras de presión, infecciones (sobre todo respiratorias y de orina), incontinencias, disminución del apetito (y la consecuente desnutrición) y pérdida de tono muscular, mientras en el plano psicológico, les provocan sentimientos de apatía, ira, vergüenza, depresión, aislamiento, miedo o pánico.
Antonio Burgueño, médico y director del programa, Desatar al anciano y al enfermo de alzhéimer de Ceoma dice:
“Hay que acabar con una serie de mitos”, indica. El primero, que estas prácticas se usan para evitar caídas, “cuando estas aumentan”, porque después de tres o cuatro meses de inmovilidad las personas son incapaces de mantenerse en pie, y eso sí que es un peligro. El resultado es que el personal que se reduce en atender y, si hace falta, vigilar a los ingresados hay que utilizarlo en moverlos y cuidarlos. Por eso los estudios no indican que en los centros donde se han erradicado las sujeciones hayan hecho falta más trabajadores.
Tampoco es cierto que estas técnicas sirvan para corregir problemas de conducta. “Es contraproducente”, indica Burgueño, ya que las personas se irritan y se deprimen. En casos extremos, ha habido fallos cardiovasculares por la tensión a la que se somete al paciente cuando hace el esfuerzo por desatarse.
Estos abusos lo suelen recibir los mayores: dementes, asistidos, incapaces, dependientes; por sus cuidadores (residencia) que suelen considerar normal este mal trato. Es un insulto no darles la palabra y que opinen, ponerles a comer aparte, recriminarles que se mancha, se orina, huele mal; gritarle sin ser sordo, mal nutrirle, negarles sus pequeños vicios, etc.
En algunas residencias además, se quejan de que les levantan muy temprano (por falta de personal); les limitan el uso de la calefacción, conectándola por la tarde (para ahorrar), no tienen terapia ocupacional y los residentes se pasan las horas siempre colocados delante la TV.
Son situaciones que nunca se deberían dar, pues es el final de una etapa de la vida donde la mayoría de las personas estaremos y los que ahora son cuidadores se convertirán en cuidados, lo que les debería llevar a una profunda reflexión sobre su conducta y trato a las personas que están bajo su cuidado.
MALTRATO A LAS PERSONAS MAYORES
Definición:
Cualquier acto u omisión que produzca daño, intencionado o no, practicado sobre personas de 65 y mas años, que ocurra en el medio familiar, comunitario o institucional, que vulnere o ponga en peligro la integridad física, psíquica, así como el principio de autonomía o el resto de los derechos fundamentales del individuo, constatable objetivamente o percibido subjetivamente. (1ª Conferencia Nacional de Consenso sobre el anciano maltratado, Almería 1995). Asimismo, a los efectos de producir consecuencias y de poder ser perseguidos en el ámbito jurisdiccional penal, se complementa la definición anterior con lo siguiente: Las acciones u omisiones, normalmente constitutivas de delito o falta y que tienen como víctima a la persona mayor, basadas en el hecho de una relación de proximidad o confianza, ya sea ésta familiar o de otro tipo.
Maltrato institucional
El maltrato institucional hace referencia a la forma en que es atendida una persona con una estancia continuada en instituciones públicas o privadas de servicios de salud, socio sanitario y servicios sociales (hospitales, residencias geriátricas, centros de día, etc.)
Los signos más específicos de maltrato en los mayores son la palidez, la deshidratación, las úlceras por presión, las marcas de contenciones físicas, la mala higiene o vestimenta, la sobre o infra medicación y el mal control inexplicable de las enfermedades crónicas, que sugieren negligencia. Los indicadores psíquicos, más sutiles, incluyen la desconfianza, la negativa a la exploración, las actitudes de miedo, pasividad, retraimiento, resignación, ansiedad, agitación, depresión, la evitación del contacto visual o el mal control de los síntomas psíquicos en un paciente senil.
Las cifras más altas corresponden a ancianos atendidos por los servicios sociales (35 %) y en hospitalizados (8,5%). En el reciente estudio sobre prevalencia de sospecha de malos tratos a ancianos obtienen prevalencias altas, de 11,9 %, pero se trata de sospecha sin  confirmación del abuso.
En los últimos años se ha percibido un aumento de los casos de violencia física y psicológica hacia los colectivos más débiles, entre ellos la población de más de 65 años, sector muy importante en la sociedad actual y que se verá incrementado en los próximos años.
Este clima de inseguridad afecta a su calidad de vida y vulnera los derechos fundamentales de las personas mayores, por lo que la sociedad debe poner los medios necesarios (infiltrar inspectores entre el personal, cámaras, etc.), al objeto de poder evitar estos abusos y hacer que sobre los trasgresores caiga todo el peso de la ley.


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1 comentario:

Projor Ivanovich dijo...

Esto que dices que le pasa a tu madre es muy serio para que sólo hayas puesto una queja al director de la Institución. Para destapar estas salvajadas, aberraciones y tratos inhumanos como los que comentas están los tribunales de justicia que es donde deberías acudir más pronto que tarde y destapar todo lo que se esté cociendo en esa Institución y que se depuren todas las responsabilidades a que hubiere lugar.