Yo no sé, cuántas veces solitario,
busco abrigo en la soledad perdida,
en tenebrosas sombras me abandono,
herido el corazón y el alma herida.
¡Qué enorme desaliento me delata!,
el espíritu triste, acongojado,
cual lanza que traspasa, que desgarra,
que lacera mi mundo atormentado.
Un nudo en la garganta me atosiga
y llora en mi interior no sé qué cosa,
me envuelven la apatía y la desgana,
cual la pesada carga de una losa.
Desconozco mi mal ni qué me ocurre,
luz y consuelo por caridad pido,
en mi angustioso mar estoy vagando,
en mi negro desierto estoy perdido.
…y es que uno no siempre se encuentra en su mejor momento.
Marco Atilio
1 comentario:
Cada revés supone un capítulo más en la historia de nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer. No te dejes desanimar por los reveses. Aprende de ellos, y sigue adelante.
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