sábado, 19 de noviembre de 2011

Crisis, capacidad crítica y elecciones


Aprovechando que hemos llegado a la jornada de reflexión de la campaña electoral me gustaría reflexionar (y nunca mejor dicho) con todos vosotros.

A menudo uno tiene que procurarse información sobre determinados temas para poder hacerse una idea cabal de la realidad en la que vive. En este momento uno de los problemas más de moda (por desgracia) es el de la crisis económica.

Ahora que estamos a las puertas mismas de las elecciones, sería bueno confrontar ideas, tendencias y soluciones para salir del embrollo en que está metida la economía española. Nada mejor para ello que buscar información, sopesarla y decidir cuál de los remedios y de los argumentos que se proponen pueden ser correctos, independientemente de las corrientes políticas e ideas dogmáticas de individuos y partidos. Si se tiene capacidad crítica y no nos movemos por pasiones ni fanatismos, podemos analizar sosegadamente las diversas proposiciones, programas, ideas y medidas que nos plantean cada uno de los partidos políticos que se presentan a las elecciones y votar aquellas tendencias que más se ajusten a nuestra idea de justicia, de igualdad, de valores y, en general, todos aquellos pronunciamientos que más se acerquen a lo que nosotros pensamos y queremos.


Pero de cualquier manera hace falta información, mucha información. Esta información debiera provenir de profesionales que no tengan ningún tipo de vinculación con partido político alguno, que nos hagan ver clara la realidad para saber en todo momento en qué verdaderos terrenos andamos; eminentes economistas que sean sensibles a luchar por un estado justo en donde a las personas se les permita vivir con dignidad. Que aporten ideas sensatas y viables para que sus razonamientos sean una especie de líneas maestras a seguir por políticos que de verdad quieran salir de la crisis sin masacrar a la gran mayoría de sus conciudadanos. Hay grandes economistas como Paul Krugman, premio Nobel de economía en 2008 que reflexiona sobre las medidas anticrisis de los gobiernos:

“Las recetas que los distintos gobiernos europeos han dado a la crisis es a todas luces equivocada, la consecuencia de su  medicina es que el sufrimiento al que se enfrentan tantos de nuestros ciudadanos es innecesario. Si esta es una época de increíble dolor y de una sociedad mucho más dura, ha sido por elección. No tenía, ni tiene, por qué ser de esta manera.”

Algunos, como otro premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz, opinan que:

“Los banqueros centrales terminan por ser incapaces de resolver los problemas que tienen que resolver, como ahora, antes y durante la crisis, como consecuencia de su ceguera ideológica. Leyendo continuamente solo aquello que ratifica sus ideas preconcebidas y sus esquemas ideológicos no pueden sino tomar una y otra vez medidas en el mismo sentido y que por ello es imposible que reaccionen con flexibilidad y modifiquen sus posiciones cuando la realidad está mostrando que lo que piensan y hacen es completamente inefectivo para conseguir los objetivos que dicen que quieren conseguir”.

Debemos alejarnos de aquellos políticos cuyo fanatismo y afán de poder lo único que harán será confundirnos y mentirnos con su verborrea hipnotizadora y demagógica pues el único fin que persiguen es el de apoltronarse durante los cuatro años que dure su mandato.

Nadie nace con unas determinadas ideas políticas, éstas se van adquiriendo a través de los años, como tampoco tiene uno que estar ligado a ninguna en concreto por el resto de su vida. Hay que ser crítico y tener capacidad crítica, y cambiar el sentido de nuestro voto cuando lo creamos oportuno, porque esa es una de las bondades que nos proporciona la democracia.

Marco Atilio

Pagina Principal

viernes, 18 de noviembre de 2011

El lado amargo de mi trabajo

Hace unos días, en el vestuario, cuando me disponía a comenzar mi jornada laboral, me encontré con el traumatólogo saliente de guardia. Le pregunté qué tal había ido la noche y me respondió que  fatal. La verdad es que debió ser así a tenor del cansancio que se reflejaba en su rostro. Luego me dijo que tuvo que atender a un chico joven (21 años) que había sufrido un accidente de tráfico mientras conducía una moto. Que, entre otras lesiones mucho más graves, tenía luxada la cadera pero que tras ímprobos esfuerzos no consiguió reducirla.

Las otras lesiones de las que hablaba eran un fortísimo golpe en el pecho y que después de una larga intervención quirúrgica, los cirujanos tuvieron que extirparle el bazo, parte del páncreas, un riñón y una glándula suprarrenal.

A media mañana, lo trajeron de la UCI al quirófano para intentar reducirle la luxación de cadera. Lo consiguieron al fin.

Cuando lo trasladábamos de nuevo a la UCI, en el pasillo nos encontramos con su familia que esperaba con impaciencia. Su padre, llorando, lo tocó suavemente en el pecho mientras avanzábamos con la cama.

Hace dos días, nos enteramos que Mariano (así se llamaba el muchacho) había muerto. Por lo visto de una insuficiencia respiratoria consecuencia del golpe en el pecho. No voy a negar que la noticia me sorprendió, creía que, pese a su gravedad, acabaría superando el trance. Evidentemente me equivoqué.

Mis compañeros y yo nos acercamos a la UCI para interesarnos por el muchacho y en ese momento estaban adecentándolo para su traslado al mortuorio. Mientras tanto, fuera en el pasillo se vivían escenas de un dolor indescriptible. Su padre y su madre, abrazados, lloraban desconsoladamente entre gritos y suspiros desgarradores. Un auténtico drama que te helaba la sangre de las venas.

Estamos preparados para enterrar a nuestros padres, pero nunca para enterrar a nuestros hijos. Sobre todo, como en este caso, cuando la muerte los arranca de nuestro lado apenas han empezado a vivir.

La traidora parca, siempre acechante e imprevisible, se cruzó en el camino de un joven fuerte y robusto arrebatándole la vida y de paso, dejando en el alma de sus padres una profundísima herida que por muchos años que pasen jamás cicatrizará.

Descansa en paz Mariano.

Marco Atilio


Pagina Principal

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El Zapaterismo y sus Consecuencias.



Ninguno de los responsables de la situación económica por la que atraviesa España pasara por la situación  de necesidad e indigencia en la que han sumido a muchas personas y familias, yéndose de rositas con sueldos vitalicios y  jubilaciones millonarias cuando deberían estar pudriéndose en la cárcel o mejor linchados(como Gadafi) por la gente a la que han arruinado sus vidas, pero a diferencia de Libia o Egipto, aquí no tenemos "testículos" para erradicar a los políticos corruptos, utilizando los medios que sean necesarios, caiga quien caiga.
Y lo peor de todo, es que todavía hay miles de descerebrados y locos irresponsables que los defienden y absuelven de todas sus culpas, elevándolos casi a la dignidad de héroes del pueblo.



Hemos sido educados y preparados por y para el trabajo, cuando trabajamos nos quejamos de la falta de tiempo  aun  cuando tenemos dinero y cuando tenemos tiempo por falta de trabajo nos quejamos por la falta de dinero, lo que viene a demostrar(según mi punto de vista)  que ambos son necesarios y que el uno sin el otro de poco sirven, ¿por qué de que sirve el tiempo libre sin dinero  en el bolsillo y pasando necesidades?, o ¿para qué sirve todo el dinero del mundo si no tenemos tiempo para disfrutarlo?.

domingo, 13 de noviembre de 2011

La mejor recompensa

Yo, que trabajo en un hospital, sé que en el intricado maremágnum de pasillos, consultas, salas, dependencias, servicios y recovecos varios que existen, puede resultar una tarea ardua llegar a donde uno quiere ir, muy especialmente si no se conoce el edificio.

Hace unos días, mientras esperaba el ascensor, me fijé en  un matrimonio de edad que me pareció andaban un poco perdidos y que daba la impresión de no saber muy bien a dónde tenían que dirigirse, eran dos abuelillos entrañables de un pueblecito pequeño y serrano (lo sé porque luego me lo dirían). Me acerqué a ellos y les pregunté si podía ayudarles en algo, la mujer me entregó un papel en donde ponía que su marido estaba citado para realizarle un TAC. 


Les indiqué por dónde tenían que ir para llegar al lugar donde se le realizaría la prueba diagnóstica y, aunque escuchaban con atención mis explicaciones, enseguida me di cuenta que no se estaban enterando muy bien, por tanto decidí acompañarles yo mismo.

-Vengan conmigo, yo les llevaré (les dije).

Una mirada de alivio y de agradecimiento se reflejó en la cara de los dos ancianos.

Cuando llegamos, los acompañé a la sala de espera y les dije que se sentaran mientras yo le entregaba la hoja de citación a la enfermera. Cuando volví, les indiqué que esperaran y que pronto los llamarían.

La mujer me cogió la mano y con una mirada dulce y agradecida me dijo:

-¡Que Dios te bendiga, hijo mío! ¡Muchísimas gracias!

-No hay de qué abuelita, ha sido un placer. (Contesté)

Mientras me alejaba pensé en la mirada bondadosa de la ancianita y en sus tiernas palabras, una recompensa que no tenía precio. Pensé en lo gratificante que resultaba a veces mi trabajo y rogué porque el resultado del TAC que le hicieran al  abuelillo fuera completamente normal.

Marco Atilio


Pagina Principal

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cría Cuervos y....




De los hijos/as, sólo podemos disfrutar su niñez aproximadamente hasta los 10 o 12 años, donde todavía quieren acompañar a sus padres, porque un poco más adelante empiezan a salir con sus amigas/os, comienzan a tener novias/os y hasta llegan a sentir bochorno si nosotros como padres queremos ser cariñosos con ellas/os.
Desde el mismo momento, en que vienen al mundo empezamos a experimentar las alegrías y las pequeñas tristezas que suelen aparecer cuando  se ponen enfermos/as, o surgen algunos inconvenientes que están más allá de nuestras posibilidades y que no son consecuencias de nuestros  actos como padres.
Pero los momentos felices son más en este proceso de ver crecer a los/as hijos/as; de verlos/as aprender y formarse para que con el paso del tiempo puedan desenvolverse en la sociedad. En ese sentido; vivimos la experiencia de su primera palabra (suele ser "Papa"), de su primer diente, de sus primeros pasos, del primer año de la vida escolar y todo esto vivido en  el día a día se traduce en una alegría infinita; experimentamos sentimientos de alegría y euforia y sus opuestos de angustia y miedo, manifestaciones por otra parte normales de la paternidad.
Cuando los hijos/as están pequeños, sus necesidades son nuestra prioridad, todas nuestras metas, nuestros objetivos, nuestros logros, nuestras ambiciones y nuestros sueños están en conseguir el bienestar para nuestros hijos/as, hemos  luchado por darles las oportunidades que nosotros no tuvimos, también es cierto que hay padres que no han o hemos sido un dechado de virtudes, la verdad es que todos somos humanos y por lo tanto, propensos a equivocarnos, siendo poseedores como personas de  muchos defectos, pero incluso los mejores padres, los que más han o hemos sacrificado por nuestros hijos/as, también pueden o podemos tener hijos/as muy desagradecidos.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Mi sobrino y su Virgen de Gracia

Hace dos años y cuatro meses, un ser muy querido para mí, el hijo de una de mis hermanas, sufrió un derrame cerebral que estuvo a punto de arrancarle la vida con apenas 25 años. Estuvo rozando la muerte de la que se libró por puro milagro.

Este sobrino mío es un gran devoto de la Virgen de Gracia de Úbeda (Jaén). De hecho era costalero de dicha Virgen portándola y procesionándola todos los Lunes Santos hasta que le sobrevino la hemorragia cerebral a que me he referido anteriormente.

 Para él no existe la más mínima duda que su curación se debió a la intercesión de su amada Virgen de Gracia. La verdad es que estuvo tan cerca de la muerte y su recuperación ha sido tan extraordinaria que incluso yo he pensado a veces si no estuvo la mano de su Virgen detrás de todo ello.

 Sea como fuere, lo cierto es que en más de una ocasión, mi sobrino me ha pedido que escriba alguna entrada sobre la Virgen de Gracia, yo, que tanto lo quiero, no puedo desoír su petición y a modo de homenaje le voy a dedicar estos dos poemas que escribí hace tiempo.

 El primero trata sobre las sensaciones, subjetivas, que se perciben la noche del Lunes Santo al ver procesionar la cofradía por las calles de Úbeda. El segundo es la historia de un milagro, que bien podría extrapolarse a lo acaecido a mi sobrino.

Sin más dilación, aquí os dejo estos dos poemas que, si no os importa, son un regalo para mi querido sobrino:

viernes, 4 de noviembre de 2011

Viaje al Big Bang.


Básicamente, el  viaje a través del tiempo es un concepto de desplazamiento hacia delante o hacia atrás en diferentes puntos de la entidad geométrica llamada espacio-tiempo, en el cual se desarrollan todos los eventos físicos del Universo.
 El espacio y el tiempo ya no pueden ser consideradas entidades independientes o absolutas, si estamos de acuerdo con la  teoría de la Relatividad de Einstein, el tiempo y el espacio van tejidos conjuntamente en una lamina elástica de cuatro dimensiones, formando una nueva entidad, denominada "espacio-tiempo".


No voy a entrar en la multitud de teorías, principios, hipótesis, proyectos, investigaciones, experimentos, posibilidades, métodos, efectos, especificaciones, opiniones, argumentos, soluciones, alternativas, razonamientos, exposiciones,  comentarios, detalles, explicaciones, descripciones, interpretaciones, u otras demostraciones,  más o menos convencionales y con características científicas o  pseudocientíficas sobre la posibilidad de viajar o no en el tiempo(sea al nivel que sea, cuántico, microscópico, macroscópico etc.) ni en las múltiples paradojas y sus variantes que se podrían producir si algún día se llegaran a resolver  los problemas tecnológicos y de ingeniería implicados en la construcción y fabricación de una máquina del tiempo.