Aprovechando que hemos llegado a la jornada de reflexión de la campaña electoral me gustaría reflexionar (y nunca mejor dicho) con todos vosotros.
A menudo uno tiene que procurarse información sobre determinados temas para poder hacerse una idea cabal de la realidad en la que vive. En este momento uno de los problemas más de moda (por desgracia) es el de la crisis económica.
Ahora que estamos a las puertas mismas de las elecciones, sería bueno confrontar ideas, tendencias y soluciones para salir del embrollo en que está metida la economía española. Nada mejor para ello que buscar información, sopesarla y decidir cuál de los remedios y de los argumentos que se proponen pueden ser correctos, independientemente de las corrientes políticas e ideas dogmáticas de individuos y partidos. Si se tiene capacidad crítica y no nos movemos por pasiones ni fanatismos, podemos analizar sosegadamente las diversas proposiciones, programas, ideas y medidas que nos plantean cada uno de los partidos políticos que se presentan a las elecciones y votar aquellas tendencias que más se ajusten a nuestra idea de justicia, de igualdad, de valores y, en general, todos aquellos pronunciamientos que más se acerquen a lo que nosotros pensamos y queremos.
Pero de cualquier manera hace falta información, mucha información. Esta información debiera provenir de profesionales que no tengan ningún tipo de vinculación con partido político alguno, que nos hagan ver clara la realidad para saber en todo momento en qué verdaderos terrenos andamos; eminentes economistas que sean sensibles a luchar por un estado justo en donde a las personas se les permita vivir con dignidad. Que aporten ideas sensatas y viables para que sus razonamientos sean una especie de líneas maestras a seguir por políticos que de verdad quieran salir de la crisis sin masacrar a la gran mayoría de sus conciudadanos. Hay grandes economistas como Paul Krugman, premio Nobel de economía en 2008 que reflexiona sobre las medidas anticrisis de los gobiernos:
“Las recetas que los distintos gobiernos europeos han dado a la crisis es a todas luces equivocada, la consecuencia de su medicina es que el sufrimiento al que se enfrentan tantos de nuestros ciudadanos es innecesario. Si esta es una época de increíble dolor y de una sociedad mucho más dura, ha sido por elección. No tenía, ni tiene, por qué ser de esta manera.”
Algunos, como otro premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz, opinan que:
“Los banqueros centrales terminan por ser incapaces de resolver los problemas que tienen que resolver, como ahora, antes y durante la crisis, como consecuencia de su ceguera ideológica. Leyendo continuamente solo aquello que ratifica sus ideas preconcebidas y sus esquemas ideológicos no pueden sino tomar una y otra vez medidas en el mismo sentido y que por ello es imposible que reaccionen con flexibilidad y modifiquen sus posiciones cuando la realidad está mostrando que lo que piensan y hacen es completamente inefectivo para conseguir los objetivos que dicen que quieren conseguir”.
Debemos alejarnos de aquellos políticos cuyo fanatismo y afán de poder lo único que harán será confundirnos y mentirnos con su verborrea hipnotizadora y demagógica pues el único fin que persiguen es el de apoltronarse durante los cuatro años que dure su mandato.
Nadie nace con unas determinadas ideas políticas, éstas se van adquiriendo a través de los años, como tampoco tiene uno que estar ligado a ninguna en concreto por el resto de su vida. Hay que ser crítico y tener capacidad crítica, y cambiar el sentido de nuestro voto cuando lo creamos oportuno, porque esa es una de las bondades que nos proporciona la democracia.
Marco Atilio
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