miércoles, 16 de noviembre de 2011

El Zapaterismo y sus Consecuencias.



Ninguno de los responsables de la situación económica por la que atraviesa España pasara por la situación  de necesidad e indigencia en la que han sumido a muchas personas y familias, yéndose de rositas con sueldos vitalicios y  jubilaciones millonarias cuando deberían estar pudriéndose en la cárcel o mejor linchados(como Gadafi) por la gente a la que han arruinado sus vidas, pero a diferencia de Libia o Egipto, aquí no tenemos "testículos" para erradicar a los políticos corruptos, utilizando los medios que sean necesarios, caiga quien caiga.
Y lo peor de todo, es que todavía hay miles de descerebrados y locos irresponsables que los defienden y absuelven de todas sus culpas, elevándolos casi a la dignidad de héroes del pueblo.



Hemos sido educados y preparados por y para el trabajo, cuando trabajamos nos quejamos de la falta de tiempo  aun  cuando tenemos dinero y cuando tenemos tiempo por falta de trabajo nos quejamos por la falta de dinero, lo que viene a demostrar(según mi punto de vista)  que ambos son necesarios y que el uno sin el otro de poco sirven, ¿por qué de que sirve el tiempo libre sin dinero  en el bolsillo y pasando necesidades?, o ¿para qué sirve todo el dinero del mundo si no tenemos tiempo para disfrutarlo?.


Pero en la actual tesitura, creo que mucha gente estará de acuerdo conmigo en que es mejor trabajar y tener dinero, porque es mejor tener dinero y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo, porque cuando se  tiene mucho tiempo libre la monotonía y el aburrimiento nos invade, sin embargo  teniendo un trabajo, valoras mas tu tiempo libre. 
La crisis económica por la que está pasando España, sigue haciendo estragos y cada vez son más las personas y familias que se ven obligadas a buscar ayuda en las organizaciones humanitarias (Caritas, Cruz Roja, Asociaciones Humanitarias, etc.)
Según los últimos informes en  la provincia de Jaén se atienden a 30.000 personas necesitadas de alimentos y prendas de vestir.
En estos últimos años del Zapaterismo, el perfil de las personas que solicitan caridad y auxilio por primera vez ha cambiado por entero. Son  muchos y cada vez más, los casos en que  familias de clase media se han visto desbordadas por  situaciones  de desempleo  o por cobrar prestaciones o  pensiones a todas luces insuficientes para su mantenimiento no pudiendo hacer frente a los gastos derivados de la hipoteca, del préstamo, del alquiler, del agua, de la luz, los gastos diarios, los posibles imprevistos, etc... A estos últimos casos, hay que sumar también otra clase en la que todos los miembros de la familia están en el paro y  no existe ningún tipo de ingreso en la unidad familiar, propiciando que  cada vez las personas de  Nacionalidad Española estén posicionándose al frente de la relación de afectados por la crisis, con un  mayor número de necesitados y desamparados, desplazando de esta posición de dudoso privilegio a los de nacionalidad extranjera.
Son  momentos  duros y muy difíciles en los que familias con pocos ingresos están pasando verdaderas necesidades, debido a  que su situación económica no les permite ni siquiera el que tengan para pagar los alimentos más básicos y necesarios.
Padres de Familia, llenos de impotencia, preocupados por el futuro de su familia, agobiados por pensamientos sombríos y negativos,  con grandes dificultades para conciliar el sueño, dando vueltas  en la cama hasta que la luz de un  nuevo día  les hace saltar del lecho, con la intención y la esperanza de encontrar trabajo, ayuda, amparo o asistencia para poder sacar a sus familias adelante, encontrando en la gran mayoría de las ocasiones, negativas, excusas, pretextos y evasivas de los empresarios, patronos o propietarios de los negocios y empresas visitados, así como también  de los empleados de las oficinas del INEM, de las distintas Oficinas de Información, Orientación al Empleo e Inserción Profesional o  en los centros de Servicios Sociales, dejando como último recurso el buscar en las organizaciones e instituciones humanitarias, ayuda económica( Pagos de luz, agua, Alquileres, etc..), o de tipo alimentario.
Volviendo a casa con el desanimo y el  desaliento incrustado en lo más profundo de su alma, pero  reflejando en su rostro( de cara a su familia), una tranquilidad y un optimismo muy lejos de su verdadero estado de ánimo, tratando de esta manera de fortalecer a  su familia contra el  desaliento y la preocupación, no permitiendo que personas con el pésimo hábito de ser negativas erradiquen de sus corazones sus mejores y más preciadas ilusiones, haciéndoles perseverar  a través de las dificultades y las necesidades, infundiendo  en su familia la  esperanza de que seguramente mejores tiempos están por venir, haciéndoles ver que no deben juzgar la vida por una época difícil y que a  veces, los desafíos  y las zancadillas que la vida nos pone, nos ayudan a ser más fuertes enseñándonos a valorar de una forma más subjetiva,  que aquello que aspiramos a  conseguir, que ambicionamos, que precisamos, que queremos, no nos lo van a poner  en bandeja de plata y que la vida no va ser un camino de rosas, siendo la  conquista y consecución de nuestros anhelos el mayor de nuestros éxitos.
Pero la cruda realidad es que la angustia, la desesperación, la ansiedad, la incertidumbre y la desesperanza, que estas personas sienten en su interior, sintiendo la mayoría de los días que su vida no vale la pena, y que si no fuese porque algún miembro de su familia no lo superaría, preferirían no despertar una mañana,  porque no se sienten con fuerzas ni ganas para empezar otra vez e  intentar cosas nuevas, que puedan traerles una ilusión o una esperanza para poder seguir hacia  delante en la vida.

A todas las personas que sienten el miedo y  la incertidumbre que les pueda deparar el porvenir, miedo a perder su hogar, miedo al hambre y la miseria, incertidumbre  ante la oscuridad y las tinieblas de un futuro incierto, quiero hacer participes de la siguiente reflexión:
En la soledad de mi pensamiento, intuyo todo mi mundo interior, con mis limitaciones,  con mis desdichas,  con mi incompetencia, con mis recursos, con mis anhelos,  con todo lo que me enseñaron, con todo lo que sé, con todo lo que aprendí, con todo lo que ignoro, con todo lo que olvidé, encontrándome en la disyuntiva de decidir cuál es el mejor modo de proceder enfrentándome a la realidad de una existencia fútil, vana e insignificante, pero que  también fue exclusiva, vital y  estuvo llena y rebosante de expectativas y esperanzas y que unos canallas, corruptos y satánicos, han suprimido con premeditación y alevosía.




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1 comentario:

Papanatidófilos de Terronilos dijo...

Zapatero y sus acólitos ciertamente han sido nefastos para España. Los peores gobernantes que podíamos tener para enfrentarse y gestionar la crisis con un mínimo de éxito y, sobre todo, de justicia. Pero más allá de todo esto, pienso que esta crisis es la consecuencia de la puesta en marcha de una auténtica estrategia bien pensada y articulada a la que interesa provocar la situación de perturbación en la que estamos para poder aplicar más fácilmente los ajustes que se pretende consolidar como constantes en la política europea para los próximos años.