Humor con H

José Luís Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pepiño Blanco, van en su coche oficial camino de la Zarzuela para ver al Rey, cuando súbitamente aparecen tres cerdos en la vía y sin poder evitarlo el chofer los atropella, matándolos en el acto.

Rubalcaba le dice  al chofer: Encuentra la granja a donde pertenecen, cuéntale  al dueño lo sucedido  y toma  sus datos para reclamarle los daños que nos ha ocasionado.

Tres horas más tarde, regresa el chofer tambaleándose, con una botella de vino Gran Reserva en la mano y una caja de puros "Cohíba" en la otra, el cabello y la ropa totalmente desarreglados.

¿Pero que te ha pasado?...le pregunta  Rubalcaba al chofer, y este le responde: Pues que el granjero dueño de los cerdos, me ha regalado esta excelente botella de vino, su mujer los puros "Cohíba" y su hermosa hija me ha hecho el amor tres veces de una manera salvaje.

¡¡Pero...pero!!¿Qué les has dicho?

Pues les dije: Soy el chofer de Zapatero, Rubalcaba y Blanco, y ¡¡¡acabo de matar a los tres cerdos!!!

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En un descanso de sesión del Congreso, coinciden en el  bar del mismo  Zapatero  y  Rajoy, justo en ese momento comienza el telediario de las 21:00.

El presentador, narra que un hombre que está en la terraza de un edificio  amenaza con saltar al vacío.

Zapatero mira a Rajoy y le pregunta:
- ¿Crees que va a saltar?
- Eso parece - dice Rajoy.
- Pues yo creo que no - responde Zapatero.

Rajoy saca un billete de 500 € lo pone sobre la barra y dice:
- ¿Apostamos?

Zapatero pone su billete sobre el de Rajoy y un segundo después  el hombre de la terraza  salta y se mata.

Zapatero, muy afectado, le da el dinero a Rajoy y le dice:
- Has ganado. Toma tu dinero.

Luego, Rajoy confiesa:
- Yo ya había visto el telediario de las 15:00 y sabía que se tiraría.

Zapatero responde:
- Yo también lo había visto, pero jamás pensé que se volvería a tirar...

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Un hombre muy elegante, viaja en su coche por una solitaria carretera, cuando se da cuenta de  que se ha perdido.

Después de un buen rato dando vueltas, ve a un hombre andando por la carretera y le grita:
-Disculpe amigo, ¿podría usted ayudarme?  He quedado con un amigo en vernos a las 14 h. en un restaurante del pueblo, llevo media hora de retraso, y no sé donde me encuentro…

-¡Claro que sí amigo!  Usted está a unas tres millas del centro del pueblo, a unos 40 a 42 grados de latitud norte, y 50 a 56 grados de longitud oeste.

El hombre elegante, lo mira confundido y le pregunta: ¿Es o ha sido usted capitán de barco?
-Pues sí, le contesta el señor de la calle, pero ¿cómo ha podido usted llegar a saberlo?
-Muy sencillo, pues todo lo que me ha dicho puede ser técnicamente correcto, pero prácticamente inútil, pues yo continuo sin saber dónde estoy y ahora voy más retrasado que antes a mi cita...

El hombre de la calle, muy  indignado  ante la respuesta  del tipo elegante le pregunta:   -Y usted ¿es por un casual político?

-Pues si responde el Hombre elegante, pero... ¿Cómo es posible que usted haya podido saberlo?
-Porque usted no sabe dónde coño está, ni hacia dónde se dirige...Ha hecho una promesa que no puede cumplir, y espera que otra persona le resuelva el problema.  De hecho, usted está exactamente en la misma posición que estaba antes de solicitar mi ayuda... pero ahora... por alguna insólita razón, ¡¡¡parece que la jodída culpa de su incompetencia es mía!!!

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