¡Palmas No! ¡Por Favor! (otro punto de vista)

Me ha gustado muchísimo tu artículo, me has hecho rememorar las mismas sensaciones que tú cuentas en él. Sin embargo, he de discrepar sobre el concepto que tienes (tan respetable como cualquier otro) en relación a la Semana Santa Ubetense.

La Semana Santa es la puesta en escena
de la pasión y muerte de Jesús. La manera en que las cofradías y los responsables de ellas, así como los costaleros, penitentes y bandas la transmiten al pueblo es variada y variopinta dependiendo del lugar de España en que se escenifique.

Es cierto que la Semana Santa en Úbeda, sus desfiles procesionales, son totalmente diferentes a cualquier otra ciudad de Andalucía. Son desfiles procesionales austeros, sobrios, donde la mayoría de los pasos se sirven de ruedas para procesionar, muy castellanizados y esto es así desde hace mucho tiempo.

Desde hace algunos años, existe un debate entre las gentes de Úbeda en las que unos están a favor de mantener la tradición y la idiosincrasia de nuestra Semana Santa y otros muchos a los que les gustaría que sus Vírgenes y Cristos fueran llevados por costaleros, a la manera sevillana o a la malagueña portándolos en andas. Yo me cuento entre los segundos.

Úbeda es una ciudad andaluza por los cuatro costados y la tradición en Andalucía, en prácticamente todos sus pueblos y ciudades es procesionar sus imágenes en andas o por costaleros. Que esto se produzca en Úbeda no creo que le reste ni un ápice de la austeridad y la seriedad que durante tantos años han mantenido los desfiles procesionales, simplemente ganarían en emotividad y belleza.

Ya en la vecina Baeza, en que sus pasos iban a ruedas, hace muchos años que se cambió para procesionar sus tronos llevados por costaleros y he de decir que, a mi juicio, fue todo un acierto.

En Úbeda hay ya algunas cofradías que han escogido este camino, acertado repito a mi modo de ver. Con la espectacularidad de nuestros desfiles procesionales y el orden que impera en ellos, sería ciertamente bonito y emocionante ver al Cristo de la Expiración, al de La Caída, a Nuestro Padre Jesús Nazareno, al de La Humildad… siendo portados en andas por sus respectivos cofrades, como actualmente ya lo hace el Cristo de La Columna. En mi opinión no se perdería nada de la magnificencia actual, más bien al contrario.

En cuanto a lo que dices que parece que se busca el aplauso, comentaré lo siguiente:

El pasado Domingo de Ramos, procesionó por las calles de Baeza la Cofradía de la Santa Cena, mi hijo es miembro de los costaleros que portan el trono del Cristo con sus Apóstoles; ver la ilusión con que se preparaba antes de la procesión para portar su paso de misterio, el esfuerzo, el fervor y la pasión que se reflejaba en sus ojos me inducen a pensar que no buscaba el aplauso, que no se ponía debajo del trono para lucirse, lo hacía por devoción hacia una cofradía de la que forma parte hace ya muchos años. El aplauso lo arranca él y los demás costaleros de forma espontánea, es como si el pueblo los premiara por su esfuerzo y sacrificio y, por supuesto, por la plasticidad que resulta de una “levantá” o del paso rítmico y armonioso del trono al compás de la música. Es otra forma de procesionar, a mi juicio mucho más plástica y me atrevería a decir que mucho más emocionante.

De todas formas no seré yo quien critique la forma de llevar los pasos en la Semana Santa de Úbeda, es una forma tan válida como otra cualquiera, de hecho es la manera de hacer en ciudades como Valladolid de una larga tradición semanasantera en donde todos los tronos van con ruedas pero… estamos en Andalucía. Es sólo mi opinión.

En fin, como dijo David Hume: “La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla”… pues eso.

Marco Atilio

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