Confesión de Teresita al Cura

Hoy, quiero compartir con vosotros, una historia que hace así como unos 37 o 38 años me conto un vecino y compañero de juegos, que se llamaba Manolo y digo llamaba porque hace unos años que paso a mejor vida, por problemas con el alcohol.

Vaya esta narración en su recuerdo, ya que fue él el que me la dio a conocer, yo por mi parte, la he guardado como un tesoro en mi memoria, lo más fielmente que he podido y así la traslado a esta entrada, quiero poneros sobre aviso de que es un "poco" obscena, impúdica, inmoral, sensual y lujuriosa, por eso,  si alguien cree que puede ser susceptible de sentirte ofendido en su moral y ver herida su sensibilidad, es aconsejable que no le dé a "Leer Más".

-Señor cura, me confieso de un pecado que lamento    lo cometí con mi novio por ser cosa de mi temperamento, salí al campo, soñaba con mil corazones cuando de pronto sentí unas manos que tocaban mis pezones, desperté sobresaltada e iba a dar un grito, pero me contuve a tiempo, era la mano de Juanito, se sentó a mi lado aun más cerca todavía y mordiendo mis pezones yo cachonda me ponía, le eche mano a la bragueta y le salte tres botones, cuando quise darme cuenta me encontré con sus cojones, le saque lo que faltaba y ¡que pieza Madre mía! y mientras  se la movía de gusto se estremecía, ¡Ay! ¡Ay! mi vida, ¡Ay! ¡Ay! mi amor, me mordía, me besaba, con unos fuertes apretones mientras en mi coño reposaban las bolsas de sus cojones, me dio un pijazo brutal  y me rompió el sujeta pecho y ligada a mis amores me lo dejo afrecho, y esta es señor cura mi confesión, ahora écheme usted un polvo y deme la absolución.

- Acepto echarte un polvo porque estas cachonda y maja y escuchando tus pecados ya voy por la cuarta paja, procura cambiar de ruta pero si te pica el coño ven a verme hija de puta.

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